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¿Cuándo usar estos filtros?
Colocar filtros para retener sedimentos en el punto de inicio, es decir en la entrada del agua municipal o cualquier otra fuente (poso, agua de manantial, lago, etc), es de gran utilidad y beneficio cuando tenemos agua que a simple vista no se ve transparente y cristalina, sino más bien, se ve turbia, oscura o de tonos cafés. En estos casos, regularmente el agua llega con lodo o pequeños granos de arena. Los filtros deben tener la capacidad de filtrar toda el agua que ingresa y permitir que el agua fluya a través de ellos sin perder demasiada presión, para que el usuario no sienta ninguna diferencia en la cantidad de agua que utiliza.
¿Y si hay hierro?
El color del agua turbia puede ser por sedimentos, pero también puede ser por presencia de Hierro. El Hierro es más difícil de eliminar, algunas veces cuando las partículas son muy grandes y están suspendidas en el agua, los filtros contra sedimentos las pueden atrapar y el agua se logra clarificar. Sin embargo, cuando el hierro ya se encuentra disuelto, no hay ningún cartucho filtrante que pueda retenerlo. En este último caso se deben utilizar resinas con tanques de filtración y un proceso especial para eliminar el hierro, este procedimiento resulta en un costo mayor. Para saber si hay hierro de debe hacer un análisis al agua o utilizar un Kit de prueba para determinar su presencia.
¿De qué tamaño son los filtros?
Hay variedad de tamaños y diseños y van a depender de la cantidad de agua a utilizar (caudal de agua) y de la cantidad de sedimentos a filtrar.
Hay que tomar en cuenta que el volumen exacto de sedimentos que contiene el agua es difícil de dimensionar, esto porque varía en tiempo, clima y temporada del año. Por lo que la selección es más por prueba y error, tomando en cuenta los escenarios con las cantidades máximas esperadas.
Filtros usados con diferente cantidad de sedimentos retenido
¿Y cada cuánto se debe reemplazar?
También dependerá de la calidad de agua, pero por lo regular deben reemplazarse en un máximo de 6 meses, no hay que esperar a que disminuya el caudal de agua para cambiarlos, ya que los filtros se van saturando con todo el material que retienen, hasta que los poros se abren por la presión de agua, dejando pasar todo el sedimento que han acumulado por días o meses. El material acumulado en la superficie del filtro es un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y material orgánico. Por lo tanto, el agua no solo pasará nuevamente sucia, sino que a demás llevará problemas microbiológicos altamente riesgosos para la salud.
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